Erradicación de la violencia y fortalecimiento del civismo y de la seguridad ciudadana
Nos comprometemos a normar y fomentar las acciones destinadas a fortalecer el orden público y el respeto al libre ejercicio de los derechos y al cumplimiento de los deberes individuales.
Con este objetivo el Estado:
(a) consolidará políticas orientadas a prevenir, disuadir, sancionar y eliminar aquellas conductas y prácticas sociales que pongan en peligro la tranquilidad, integridad o libertad de las personas así como la propiedad pública y privada;
(b) propiciará una cultura cívica de respeto a la ley y a las normas de convivencia, sensibilizando a la ciudadanía contra la violencia y generando un marco de estabilidad social que afiance los derechos y deberes de los peruanos;
(c) pondrá especial énfasis en extender los mecanismos legales para combatir prácticas violentas arraigadas, como son el maltrato familiar y la violación contra la integridad física y mental de niños, ancianos y mujeres;
(d) garantizará su presencia efectiva en las zonas vulnerables a la violencia;
(e) fomentará una cultura de paz a través de una educación y una ética públicas que incidan en el respeto irrestricto de los derechos humanos, en una recta administración de justicia y en la reconciliación;
(f) desarrollará una política de especialización en los organismos públicos responsables de garantizar la seguridad ciudadana;
(g) promoverá los valores éticos y cívicos de los integrantes de la Policía Nacional, así como su adecuada capacitación y retribución; y
(h) promoverá un sistema nacional de seguridad ciudadana en la totalidad de provincias y distritos del país, presidido por los alcaldes y conformado por representantes de los sectores públicos y de la ciudadanía.
COMENTARIO:
Teniendo en cuenta el principio: "Primero, hay que pacificar y, después, sembrar valores democráticos", esta política nos permite desarrollar un sistema nacional de seguridad ciudadana, especializando a la Policía Nacional, a los representantes del estado y la ciudadanía en general en seguridad interna, convicciones cívicas y patrióticas. Para ello, es necesario motivar una cultura de paz, pacificando las zonas vulnerables (Ej: el VRAE), combatiendo el narcotráfico, el terrorismo, la corrupción, etc.; con irrestricto respeto de los derechos humanos; y, entre otras formas de expresiones de la violencia, debemos erradicar el maltrato familiar, proteger la integridad física de los niños, ancianos, mujeres, etc.; generando una cultura de orden que contribuya en el desarrollo económico, social, político, militar y cultural del Perú.
Mg.Sc. Faustino Beraún Barrantes
Abogado y Economista
Nos comprometemos a normar y fomentar las acciones destinadas a fortalecer el orden público y el respeto al libre ejercicio de los derechos y al cumplimiento de los deberes individuales.
Con este objetivo el Estado:
(a) consolidará políticas orientadas a prevenir, disuadir, sancionar y eliminar aquellas conductas y prácticas sociales que pongan en peligro la tranquilidad, integridad o libertad de las personas así como la propiedad pública y privada;
(b) propiciará una cultura cívica de respeto a la ley y a las normas de convivencia, sensibilizando a la ciudadanía contra la violencia y generando un marco de estabilidad social que afiance los derechos y deberes de los peruanos;
(c) pondrá especial énfasis en extender los mecanismos legales para combatir prácticas violentas arraigadas, como son el maltrato familiar y la violación contra la integridad física y mental de niños, ancianos y mujeres;
(d) garantizará su presencia efectiva en las zonas vulnerables a la violencia;
(e) fomentará una cultura de paz a través de una educación y una ética públicas que incidan en el respeto irrestricto de los derechos humanos, en una recta administración de justicia y en la reconciliación;
(f) desarrollará una política de especialización en los organismos públicos responsables de garantizar la seguridad ciudadana;
(g) promoverá los valores éticos y cívicos de los integrantes de la Policía Nacional, así como su adecuada capacitación y retribución; y
(h) promoverá un sistema nacional de seguridad ciudadana en la totalidad de provincias y distritos del país, presidido por los alcaldes y conformado por representantes de los sectores públicos y de la ciudadanía.
COMENTARIO:
Teniendo en cuenta el principio: "Primero, hay que pacificar y, después, sembrar valores democráticos", esta política nos permite desarrollar un sistema nacional de seguridad ciudadana, especializando a la Policía Nacional, a los representantes del estado y la ciudadanía en general en seguridad interna, convicciones cívicas y patrióticas. Para ello, es necesario motivar una cultura de paz, pacificando las zonas vulnerables (Ej: el VRAE), combatiendo el narcotráfico, el terrorismo, la corrupción, etc.; con irrestricto respeto de los derechos humanos; y, entre otras formas de expresiones de la violencia, debemos erradicar el maltrato familiar, proteger la integridad física de los niños, ancianos, mujeres, etc.; generando una cultura de orden que contribuya en el desarrollo económico, social, político, militar y cultural del Perú.
Mg.Sc. Faustino Beraún Barrantes
Abogado y Economista
FUENTE:
Acuerdo Nacional
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