La Virgen de Chota
Tres arrieros regresaban de la costa y en el camino encontraron tres Vírgenes. Levantaron a la más bonita, que era la que menos pesaba, y enrumbaron a su estancia de Tuctuhuari. Cerca del cerro de Clarinorco escucharon un coro de ángeles con trompetas y clarinetes que primero les asustó, pero después entendieron que era por la Virgen que llevaban.
Tres arrieros regresaban de la costa y en el camino encontraron tres Vírgenes. Levantaron a la más bonita, que era la que menos pesaba, y enrumbaron a su estancia de Tuctuhuari. Cerca del cerro de Clarinorco escucharon un coro de ángeles con trompetas y clarinetes que primero les asustó, pero después entendieron que era por la Virgen que llevaban.
Llegando a Tuctuhuari se reunió la gente y se pusieron a celebrar. La querían como fundadora y patrona del pueblo. Cuando la pusieron en un lugar que ellos habían escogido, la Virgen se desapareció, nadie sabe cómo la encontraron sobre una enorme piedra en medio de la laguna de Acunta. La gente logró sacarla pensando “Quien la llevaría”, pero de Tuctuhuari volvió a desaparecerse regresándose a la laguna. Por eso la gente empezó a construir casas en la Meseta de Acunta.
Pero los mismos habitantes tenían un dios que se llamaba Chot, al que rendían culto. Y en honor a él le pusieron ese nombre a su pueblo nuevo.
De ahí el nombre cambió a Chota porque los españoles no podían pronunciar esta palabra. Desde entonces le llamaron a la Santa “Virgen de Chota”.
Tiempos después llegaron los chilenos destruyendo todo. Le pidieron al pueblo un fuerte cupo que éste se negó a pagar. Además los chotanos envenenaron el agua del río matando varios caballos del enemigo. Los chilenos reaccionaron furiosos y comenzaron a incendiar el pueblo.
Algunos devotos sacaron a la Patrona de la iglesia y la escondieron en una casa. Después ya no se tuvo noticias de ella, hasta muchos años más tarde que llegaron los padres Agustinos y se pusieron a buscar. Por fin, un 5 de agosto, encontraron la Virgen dentro de una pared muy gruesa y ya no tenía las joyas que los devotos le habían regalado.
El pueblo se alegró mucho y en procesión llevaron a la Virgen al altar mayor del templo donde hasta ahora se conserva.
Recogido por Inés Yauri Idrogo, de Chota.
Recogido por Inés Yauri Idrogo, de Chota.
FUENTE: Biblioteca Campesina. “Dios Cajacho”.Tradición Oral Cajamarquina.Cernida1. Edic. Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca. 2007.pp. 20-21